El candidato presidencial del PAN en 2024
Falta aún mucho para el año de la sucesión presidencial, pero en Acción Nacional ya tienen a su “tapado”: el gobernador de Yucatán.
Al menos así lo tiene entendido Marko Cortés, el endeble líder del PAN que ya pasó a la historia su partido como el artífice de la alianza contra natura con el PRD y el PRI, en un desesperado y poco menos que asqueroso intento de desarticular la aún incontenible oleada de Morena en las próximas elecciones de junio.
Pero dentro del blanquiazul aún hay disputas que este año comienzan a retomar el rumbo que siempre han tenido y que durante un par de años se desactivaron, no por una tregua pactada, sino por una desarticulación de intenciones que tiene tres frentes bien definidos: la dirigencia nacional, encarnada en Marko; los que no pudieron ser partido, representados por los Calderón Zavala y, finalmente, los que se asumen como la única alternativa (y quizá tengan razón), es decir Ricardo Anaya y sus todavía fieles alfiles.
Entre todos existen diferencias irreconciliables y, de hecho, disputas muy personales que hoy no permiten pensar en la unidad que sí lograron encontrar con los perredistas y tricolores.
Con todo y esto, se asumen como la verdadera oposición de México.
El amarre de Marko contra Anaya
El presidente le cerró el paso a Ricardo Anaya, quien sí tenía la firme intención de ser diputado federal por la vía plurinominal, aunque haya salido a decir que declinó dicha invitación.
Ante esto, optó por subirse a su camioneta, desembolsar varios millones de pesos en una estrategia digital que busca colocarlo como un pequeño López Obrador de derecha –porque decir conservador a estas alturas resultaría un pleonasmo– y cada semana dedicarle un par de videos a criticar al gobierno federal. Si la estrategia les suena conocida, es porque durante 18 años le funcionó al ahora presidente.
Pero no fue al único al que le fastidió la existencia. Lo mismo hizo con Javier Corral, gobernador de Chihuahua, a quien ninguneó dejándolo totalmente ajeno a la designación de la candidata del PAN a la gubernatura de dicho estado e imponiéndole a Maru Campos, lo cual va contra el deseo del mandatario de poner a competir a Gustavo Madero.
Es de destacar que Campos está embarrada en la corrupción del priista César Duarte, quien le entregó 10 millones de pesos cuando era diputada local y alcaldesa de Chihuahua e incluso le pagaba hasta su tarjeta de crédito. Todo a cambio de apoyar su gobierno, sus decisiones y a su persona. El caso se está dirimiendo en los tribunales chihuahenses, mientras quien se frota las manos expectante es, precisamente, Morena y su candidato, Juan Carlos Loera.
Todo esto, creen ingenuamente en la camarilla de Marko Cortés, basta para restarle importancia a Ricardo y Javier como potenciales presidenciables del PAN en 2024.
La entrega a Felipe y Margarita
Ante la derrota de no poder concretar su capricho en un nuevo partido político, a los Calderón Zavala no les quedó de otra que regresar al PAN si querían mantenerse activos en la vida política nacional.
Así lo entendió Marko Cortés. Por ello les abrió la puerta y les entregó una buena cuota de candidaturas y posiciones dentro del partido a la expareja presidencial. A Margarita, de hecho, una candidatura a diputada federal por la Ciudad de México.
Felipe, sabedor de que es tan impresentable como candidato entre las bases que hacen ganar puestos, es decir, el pueblo de a pie, optó entonces por jugarle al estratega electoral y convertirse en el jefe de campaña de su esposa y de varios de sus sobrevivientes en el panismo que también son aspirantes a algún cargo en junio de este año.
Ese es el caso de su exsecretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña, quien es candidato por el distrito 10 de Jalisco, que comprende al municipio de Zapopan y al que le lleva los hilos de la campaña que recién comienza.
Lo mismo sucede en Coahuila con Jorge Zermeño, quien le facilitó su convulsa toma de protesta en San Lázaro durante 2006. El expresidente de la Cámara de Diputados ahora busca una diputación federal por su natal Torreón, en donde ya fue alcalde alguna vez.
Otro que escucha con mucha atención las instrucciones de Felipe es Jorge Luis Preciado, quien hace años peleó voto por voto con Ignacio Peralta por la gubernatura de Colima, la cual finalmente perdió. Ahora quiere ser presidente municipal de la capital, Manzanillo.
A ver si Marko no se arrepiente después.
La apuesta de la cúpula de medio pelo
Como resultado de esta ¿estrategia? por parte de Marko Cortés y su cofradía, en los altos puestos y las candidaturas más importantes del PAN, han quedado perfiles de medio cachete que no le apuestan a lo que viene en 3 años, sino aprovechar lo que hay ahorita y de ahí en adelante, a ver qué pasa.
Pero el enroque de la dirigencia obedece a que le quiere dejar la vía libre al gobernador mejor evaluado de México para 2024, el empresario Mauricio Vila Dosal.
¿Por qué? Pues justo por eso: porque es el mejor evaluado en Yucatán. Bajos índices de violencia e inseguridad (respecto a los promedios nacionales y regionales), alta aprobación entre su población, un perfil que no se ha peleado –todavía– con el presidente López Obrador (a diferencia de los Corrales, los Anayas, los Calderones, los Cabezas de Vacas, etcétera).
Mauricio ya fue diputado local y alcalde de Mérida. Su perfil está, hasta ahora, sin escándalos que lo vuelvan impresentable y además finaliza su gestión precisamente en 2024.
No forma parte de la ridícula e inútil Alianza Federalista que, más bien, es un grupúsculo de gobernadores que buscaron aglutinar sus feudos para contrariar al gobierno federal. Está alineado con la Conago, en buena parte porque AMLO está construyendo un Tren Maya en su estado.
Convence a esos burócratas medianos que han seguido los pasos de Cortés para bloquearle posibles contendientes.
Pero a nivel nacional ¿alguien sabe quién es, ya no digamos Mauricio Vila, sino el gobernador de Yucatán? El campesino de Guerrero, la madre de familia que perdió un hijo en un enfrentamiento armado en Tamaulipas, los jóvenes que son seducidos por los lujos de la vida de sicario en Zacatecas, esa gente que es la que vota ¿conoce al mandatario peninsular?
Es más: ¿Tras cruzar las fronteras de la Riviera Maya o cruzando el último pueblo de Campeche, se sabe quién es Mauricio Vila?
¿Mauricio Vila contra Claudia Sheinbaum o Marcelo Ebrard? O, mejor dicho, ¿Mauricio Vila por encima de Ricardo Anaya?
¿De veras, don Marko? Lo dicho: a ver si no se arrepiente después.